Algunos encargos hacen una ilusión especial.
Esta vez, una persona estupenda me pidió un marco mediano para hacerle un regalo a Candela, la hija de un compañero a quien aprecia mucho.
El marquito ha viajado hasta Sevilla y, según me han dicho, les ha encantado. Me alegro especialmente de ello.
¿Qué os parece a vosotros?
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